Shapovalov fue un simple proletario industrial que, desde muy temprano, se unió al movimiento revolucionario ruso. Cristiano militante primero, miembro de la organización naródnik “Voluntad del Pueblo” después, y, finalmente, convencido marxista, Shapovalov representa a la primera generación de obreros que se adhirieron al comunismo militante en Rusia. Ni su miseria material ni su inicial incultura le impidieron ser ávido lector de El Capital de Marx, de la poesía de Heine o de la literatura clásica rusa. Pero los nuevos horizontes intelectuales que se le abrieron en la militancia revolucionaria jamás le desviaron por los tentadores caminos del reformismo o la contemplación. Su vida, desde su incorporación a la “Unión de Lucha” (embrión del Partido obrero ruso) en 1894, se orientó a un único fin, como él mismo expresa en sus inspiradoras memorias: la completa emancipación de la Humanidad. ¿Por qué otra cosa vivir si no?
A. Shapovalov – Mi camino al marxismo. Memorias de un obrero revolucionario
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¿Cómo era la vida de los obreros manuales vinculados a la revolución en la Rusia zarista? Shapovalov nos relata cómo, en medio de la miseria, pasó del cristianismo al anarquismo, y de éste al marxismo revolucionario; nos cuenta también cómo, siendo ya marxista, desarrolló su militancia clandestina, padeció los rigores de la prisión y fue enviado al exilio siberiano. Una lectura imprescindible para recordar las tradiciones militantes del proletariado.